El aeropuerto de Atatürk era uno de los más transitados de Europa y estuvo entre los cinco principales por tráfico de pasajeros desde 2013. Debido a la falta de espacio para ampliarlo, se tomó la decisión de construir uno nuevo. El nuevo aeropuerto de Estambul costó 11.000 millones de dólares y puede acoger a 90 millones de pasajeros anualmente en sus 76,5 millones de metros cuadrados. Y podrá llegar a asumir el tránsito de 200 millones de pasajeros, en sus ocho pistas y cuatro edificios terminales, cuando se complete en 2027.
Entre sus características, cabe destacar el área libre de impuestos y el sistema de audio más grandes del mundo. Para los sistemas AV se confió en Astel (área Duty Free) y Titan Building Systems (PA/VA), con equipo AV suministrado por Absen (LED) y AtlasIED (audio), ambos trabajando en estrecha colaboración con los integradores.
Gran impacto visual
El gran impacto visual en el nuevo aeropuerto internacional de Estambul es creado por 1.000 metros cuadrados de tecnología LED de Absen que incluyen dos videowalls montados en el techo y pantallas de fachada curva que envuelven las tiendas del mayor área libre de impuestos del mundo.
Tres proyectos se combinaron en uno para las zonas libres de impuestos y es administrado por la compañía turca Unifree y la empresa minorista alemana Gebr Heinemann. El integrador Astel instaló el LED, que incluye dos pantallas gigantes: cada una de 120 metros cuadrados con azulejos de 5,2 mm de píxeles y brillo de 3.500 nits. Las pantallas gigantes se han instalado de tal manera que no pasan desapercibidas para los pasajeros, ya que están situadas en los lados este y oeste del aeropuerto.
“La combinación del tamaño de las dos pantallas grandes y la arquitectura del nuevo aeropuerto supusieron un desafío al instalarlas”, comenta Selen Guler Arabaci, gerente de Desarrollo de Negocios de Absen. “Para las pantallas gigantes, Astel creó un diseño especial porque mover el equipo en el aeropuerto no era fácil. Además, los techos del aeropuerto no podían soportar más de cinco toneladas de peso. Por ello, Astel desarrolló un soporte especial más liviano para colgar las pantallas gigantes y le ayudamos a elegir los azulejos LED más livianos disponibles con los mejores rendimientos”, explica.
También se instaló una pared de LED curvada que tiene 300 metros de largo. Y las otras pantallas LED instaladas en el área de Duty Free tienen un píxel de 2,5 mm y más de 20 procesadores 4K que se encargan de alimentarlas. Las pantallas de alto brillo (1.500 nits) y alto contraste también cuentan con amplios ángulos de visión para evitar cualquier posible pérdida de imagen para los transeúntes.
“Trabajamos en estrecha colaboración con Sistem 9 y Unifree y les asesoramos sobre los productos alternativos disponibles. Luego de una extensa revisión, optamos por las pantallas N2.5 y N5D Plus de Absen, que eran lo suficientemente brillantes y claras para que fueran visibles para los pasajeros de la terminal”, agrega Arabaci.
Un proyecto sin precedentes
“En lo relativo al aspecto visual de la instalación, las pantallas LED curvas representaron la parte más crítica”, afirma Çılga Özçelik, gerente de Soporte de Ventas de Astel. “Un proyecto de esta escala no tenía precedentes. Muchas de sus partes eran desafiantes, pero los segmentos de LED curvados eran de suma importancia. Las áreas curvadas no eran estándar, por lo que tuvimos que instalar los azulejos LED en diferentes ángulos. Se ajustaron a 20, 22, 30 y 35 grados. Y decidimos usar conectores especiales entre pantallas, ya que cada vez que colocábamos un nuevo mosaico, era un ángulo diferente al anterior”, precisa.
Debido al diseño curvo, los gabinetes tuvieron que ser modificados significativamente para lograr el efecto deseado. Además, las paredes habían sido pintadas antes de que Astel empezase a trabajar y algunos muebles ya se habían colocado antes de instalar los azulejos LED. “Tuvimos que colocar las pantallas dentro del mueble manteniendo el ángulo correcto desde la parte frontal. Tuvimos que trabajar alrededor de los muebles sin modificarlos al integrar las pantallas. No era algo que pudiéramos planear de antemano en una computadora. Tuvimos que encontrar soluciones en el sitio”, concluye Özçelik.