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La industria de la manufactura en México es importante dentro y fuera de sus fronteras ya que está fuertemente vinculada a las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos, además de atender varios sectores como el textil, automotriz o de alimentos por mencionar algunos, y aunque la pandemia la golpeó el año pasado, lo que representó un decremento del 10% con 2,6 billones de pesos mexicanos en el producto interno bruto (PIB) anual, en comparación con lo reportado en 2019, existen cifras que pueden representar un repunte de la industria de manufactura en este 2021.
En marzo del 2021, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que los pedidos manufactureros tuvieron un incremento mensual en términos desestacionalizados de 1.60 puntos, situándose en 51.7 puntos, este indicador permaneció por noveno mes consecutivo sobre el umbral de los 50 puntos.
Lo anterior nos podría señalar que este año parece traer nuevos y mayores proyectos dentro del sector, lo que también implica retos disruptivos y acciones resilientes para acelerar inversiones que conlleven a una productividad real. Hoy más que nunca, la industria de manufactura debe buscar una mayor capacidad estratégica que conlleve a un mayor control en sus operaciones.
Trasladar a este sector hacia una automatización, es algo que cada vez más se requiere y en donde el concepto industria 4.0 toma sentido; la industria 4.0 es la acumulación creciente de grandes cantidades de datos “big data”, el uso de algoritmos para procesarlos y la interconexión masiva de sistemas y dispositivos digitales, enfatizando y acentuando la idea de una creciente y adecuada digitalización y coordinación cooperativa en todas las unidades productivas del negocio. Sin embargo, para hacer realidad este concepto, las organizaciones no deben enfocar esfuerzos en considerar solamente en tema de tecnologías avanzadas, sino en cómo capitalizar tecnologías existentes para mejorar sus operaciones y aumentar su productividad.
Soluciones tecnológicas de seguridad física son un claro ejemplo de tecnologías existentes que pueden ser elemento crítico para lograr esta evolución. Una plataforma unificada de seguridad que te permita tener el control de acceso de personal o un sistema de reconocimiento automático de matrículas (ALPR), brindan beneficios al sector manufacturero que van más allá de la seguridad.
Con soluciones unificadas de seguridad física, se gestionan los diferentes componentes de un entorno de seguridad a través de una arquitectura abierta, centralizada y construida para proporcionar un acceso completo a todos los datos, analítica que también puede hacer más eficientes los procesos de producción y con ello obtener un piso de fabricación inteligente.
De acuerdo con Genetec, empresa que provee tecnología de seguridad unificada, seguridad pública, operaciones e inteligencia de negocios; con la ayuda de los sistemas de seguridad, se pueden implementar técnicas y mejoras en los procesos de producción para su optimización y, por ende, una mayor productividad; hoy las soluciones de seguridad ayudan a las organizaciones a proteger y asegurar a su personal, bienes e instalaciones, gestionando los riesgos de seguridad y llevándolos a un nivel aceptable para el negocio.
Los sistemas de seguridad y videovigilancia permiten al sector lograr estrictas medidas de control de calidad al monitorear todo el proceso, desde la producción hasta la distribución y la entrega, y con ello cuidar la calidad y autenticidad de sus productos.
La confiabilidad y disponibilidad en tiempo real de videos de alta resolución y la interacción con otros sistemas como control de accesos, lectura de placas, intercomunicación, alertamiento, reportes y más, ayudan también al sector manufacturero a perfeccionar sus servicios postventa y monitorear fallas en equipos, ya sea por error humano o técnico, así como identificar y resolver el problema de inmediato, incrementando la eficiencia en la producción y teniendo impacto en otras funciones, como la identificación del comportamiento individual o en la definición de un proceso de producción estandarizado.
Además, los datos de los sistemas de seguridad pueden ser aprovechados para detectar tendencias y operar de forma preventiva, más que reactiva, ante posibles fallas técnicas en las líneas de producción que puedan ocasionar tiempos de inactividad.
La realidad es que, en un año, la industria de la manufactura ha tenido que evolucionar proporcionalmente a lo correspondiente a cinco años, lo que significa un gran cambio en la manera de diseñar la producción, en la trazabilidad y, por tanto, en la optimización de los procesos.
La seguridad física es -o debería ser- un elemento fundamental en la operación de la industria de la manufactura, por lo que invertir en tecnología digital es crítico en el sector para volverlo sumamente rentable.
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